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Dra. Mercedes Martín

Especialista en labio leporino y fisura palatina

 

 

Operaciones individualizadas

Las técnicas quirúrgicas que aplicamos a los niños fisurados son las más avanzadas y aceptadas internacionalmente, con resultados de alta calidad. En su primer mes de vida y sólamente sí lo precisa, le colocamos en su boquita ORTOPEDIA PREQUIRÚRGICA. A los 3 meses operamos el labio, la nariz y la encía. A los 12 meses se interviene la fisura palatina. Al año el niño está definitivamente corregido.


Equipo multidisciplinar

El tratamiento de los niños con fisura facial debe ser integral y realizado por un equipo multidisciplinar, para así obtener los mejores resultados funcionales y estéticos.

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Cirugía de secuelas


A lo largo del crecimiento, los niños que se han operado en su primera infancia, de labio y paladar fisurados, pueden necesitar alguna cirugía posterior, para ayudarles a su mejor aspecto funcional y/o estético. Se denominan cirugías secundarias:

1) Rinoplastia secundaria: es la corrección de la nariz. Su objetivo es que luzca simétrica y bien proyectada. La edad de la operación depende de muchos factores. Es importante que cuando el niño se escolarice esté lo mejor posible para que su inmersión social sea la adecuada.

secualas alar hundido cartilagoa alares simetricos
Cartílago alar derecho hundido. Preoperatorio. Cartílagos alares simétricos con
buena proyección de la punta nasal. Postoperatorio.

2) Queiloplastia secundaria: consiste en revisar quirúrgicamente el labio, sí después de la primera operación, el resultado no hubiese sido totalmente satisfactorio. Se puede realizar a la edad que se desee.


secuelas queiloplastia secundaria secuelas armonia labial
Diseño queiloplastia secundaria Simetría y armonía labial 
después de queiloplastia

3) Alveoloplastia o injerto óseo en la encía fisurada: esta intervención no es una cirugía de secuelas. La incluyo en este apartado porque se realiza cuando los niños tienen entre 7-11 años.

En los niños que durante la primera cirugía de labio y nariz hendida (3 meses), no se cerró la encía mediante la gingivoperiostioplastia, evidentemente la encía seguirá fisurada y abierta. En estos casos debemos esperar a los 6-11 años, para colocar un injerto óseo de cadera y cerrar la fisura de la encía. Posteriormente a través de este injerto óseo erupcionará, espontáneamente, el diente incluido. Si no lo tuviera, el injerto puede servir para colocar un implante dental (después de los 15 años) y así estabilizar la arcada dentaria definitivamente.

Esta cirugía debe realizarse en dentición mixta, cuando el diente incluido en la fisura tenga 2/3 de la raíz desarrollada. Siempre hace falta realizar ortodoncia previa a la cirugía del injerto óseo, con el fin de que la arcada dentaria esté alineada y estabilizada.

Encía fisurada. Se visualiza el aparato expansor en el paladar Alveoloplastia finalizada Encía y alveolo normalizados después de 1 año del injerto.

4) Cirugía para el tratamiento de insuficiencia velofaríngea: en un porcentaje escaso hay niños intervenidos de paladar fisurado, que no hablan correctamente (en mi casuística sólo un 7%)

Estos niños han acudido al Foniatra durante años, pero continúan con insuficiencia velofaríngea o rinolalia. Lo que se conoce más comúnmente como "voz gangosa".

Los padres no deben pensar que han perdido el tiempo en la clínica del Foniatra, pues también se corrigen otros defectos del habla que estos niños suelen tener.

El tratamiento de la insuficiencia velofaríngea, se realiza con diversas técnicas quirúrgicas o colgajos, con la finalidad  de alargar y aumentar la funcionalidad del paladar.

En muchos casos son muy espectaculares los resultados obtenidos con estas técnicas y los niños mejoran consiguiendo, un habla aceptable para su vida cotidiana.


5) Cirugía ortognática en pacientes fisurados: los pacientes intervenidos del labio y/o paladar fisurados, en edades tan tempranas de su vida suelen presentar el maxilar de menor tamaño en los 3 planos del espacio. Esto se debe a la manipulación quirúrgica del paladar de un bebé y también a la presencia de cicatrices durante el crecimiento del mismo. Estas cicactrices impiden un crecimiento normal y frenan el desarrollo tridimensional del maxilar.

En casos muy evidentes, no debemos "cansar" a los niños con tratamientos ortopédicos-ortodóncicos largos y pesados, cuando sin duda están abocados a ser intervenidos quirúrgicamente a partir de los 18-20 años. A esta edad el maxilar se adelanta y/o se retrasa la mandíbula, mediante técnicas quirúrgicas (CIRUGÍA ORTOGNÁTICA).

Cada paciente se estudia individualmente y son muchos los factores que nos ayudan a decidir qué tipo de cirugía precisa cada paciente.

En otras ocasiones, se pueden realizar técnicas de distracción en el maxilar, en edades más tempranas. Usualmente la distracción del maxilar se realiza en casos muy severos, que además presentan insuficiencia velofaríngea asociada. Existen una gran variedad de distractores externos o extraorales y distractores intraorales.

La ortodoncia siempre será necesaria antes y después de la cirugía ortognática y también de la distracción ósea.

 

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